Cuando llega el otoño y la temperatura empieza a bajar, cobra especial importancia disfrutar de agua caliente en casa, aunque de la forma más eficiente posible, claro. Es entonces cuando nos planteamos cuál es el sistema que nos conviene para conseguirlo: ¿un termo, un calentador o una caldera?

 

Normalmente todos los hogares disponen de alguno de estos sistemas, pero cuando se produce una avería o si se hace necesario ahorrar más energía, puede ser el momento de cambiar. 

 

Para hacerse una idea de cuál  de los tres sistemas nos conviene más, hay que empezar conociendo en qué se diferencian. Veámoslo.

 

 

 

Cómo es un termo eléctrico y cómo funciona

 

Un termo es un depósito que calienta agua para ser consumida, y su funcionamiento e instalación no son complicados.  Hay termos eléctricos  de varias capacidades, y escoger una u otra dependerá de la cantidad de agua que interese que almacene. y es obvio que cuanta más capacidad disponga más agua caliente tendrá almacenada.

 

El funcionamiento de un termo se basa en una resistencia eléctrica, y normalmente emplea de 1 a 3 horas en calentar el agua hasta alcanzar la temperatura deseada. Su instalación es sencilla, y solamente se requiere contar con una toma de corriente eléctrica y otra de agua. 

 

Las principales ventajas que aporta  un termo eléctrico son:

 

• Se instala con facilidad.
• No requiere revisiones periódicas
• Es un sistema limpio
• No hay riesgo de fugas de gas.
• La temperatura del agua es constante

 

Si  te estás preguntando por sus desventajas, tiene una: el consumo eléctrico, que  puede alcanzar una media de  2500W.

 

El funcionamiento de una caldera

 

Si además de necesitar suministro de agua caliente  hay que instalar calefacción o suelo radiante, la caldera  es esencial. Además de producir agua  caliente  sanitaria en cualquier momento,  la caldera también la distribuye por el sistema de calefacción. Hay calderas que funcionan de distintas formas: eléctricas, con gas, con gasóleo, o con biomasa.

 

En la mayoría de los casos es obligatorio realizar revisiones periódicas a la caldera, en especial si funcionan con combustible. Su instalación tiene que correr a cargo de un profesional certificado, ya que es necesario tener conocimientos técnicos específicos  y la seguridad es muy importante. 

 

Los principales tipos de caldera son los siguientes:

 

• Caldera mixta instantánea:  calienta el agua únicamente cuando se necesita.
• Mixta con acumulador: proporciona agua caliente siempre que es necesaria y la calienta al instante cuando se ha agotado en el depósito.
• Caldera solo de calefacción: no proporciona agua caliente sanitaria, por lo que habrá que instalar un acumulador externo. 

 

 

 

Características del calentador a gas

 

El calentador a gas es el sistema más económico y popular para calentar agua sanitaria. Funciona a partir  de la combustión de gas, su capacidad puede ser de 5, 10 o 15 litros de agua, y una vez está caliente puede disponerse de ella de forma ilimitada.

 

Escoger la capacidad del calentador a gas dependerá del número de personas que consuman agua en el hogar.  Para funcionar, el calentador necesita gas propano o una bombona de gas butano, que todavía  es más  económico.

 

Los diferentes tipos de calentadores que existen en el mercado son:

 

• Calentadores atmosféricos: emplean el oxígeno de la estancia donde se encuentran y lo expulsan al exterior.

 

• Calentadores estancos: son los más seguros y muy eficientes, ya que realizan la combustión en una cámara aislada y cerrada herméticamente. Expulsa los gases al exterior con la ayuda de un ventilador.

 

• Calentadores por condensación: destaca su eficiencia, ya que son capaces de aprovechar el calor.

 

• De llama piloto encendida de forma permanente.

 

Las principales ventajas de un calentador a gas es el ahorro que supone, ya que no debe permanecer siempre encendido y solamente consume mientras está en marcha. Debe ser instalado por profesionales certificados y se adaptan con facilidad a todos los espacios. Como inconveniente, está el transporte y manejo que requiere la bombona de gas, que por  su peso no suele ser cómodo. 

 

 

 

Recomendaciones prácticas

 

Cuando se tiene previsto instalar radiadores o suelo radiante, claramente hay que optar por una caldera, que además calentará el agua de uso sanitario

 

En el caso  de que no haya gas natural, un calentador suele ser la mejor opción, o también un termo eléctrico, aunque consume más y se refleja en la factura de la luz. 

 

Si por circunstancias de clima cálido u otros motivos, no se tiene intención de usar calefacción,  un  termo eléctrico será la mejor opción. 

 

Como ves, al final todo depende de las características y necesidades de cada hogar. ¿Ya tienes claro cuáles son las del tuyo?