Los 3 errores más caros que cometes al limpiar tu placa de inducción o vitrocerámica

Tu placa de inducción o vitrocerámica es una inversión delicada. Si bien la limpias a diario, muchos de los métodos que usas son, en realidad, los responsables de los rayones y el aspecto opaco. En este post, vamos directo al grano: vamos a desvelar los 3 errores más caros que se cometen al limpiar placa de inducciónvitrocerámica. Evita estos fallos comunes para proteger tu placa, alargar su vida útil y, lo más importante, no tener que pagar una costosa reparación o sustitución.

Error N.º 1: Limpiar la placa antes de que desaparezca el calor residual

Cuando terminas de cocinar, la zona de cocción aún conserva calor residual (aunque la inducción se enfríe más rápido que la vitrocerámica). Aplicar un producto químico o, peor aún, agua fría sobre una superficie caliente provoca un choque térmico al cristal.

¿Por qué es caro? El choque térmico puede cristalizar los restos de comida, haciendo que se adhieran con más fuerza (dificultando su eliminación), o incluso, en casos extremos, fisurar el cristal. Una fisura es una avería irreversible que te obligará a sustituir toda la placa.

El consejo de oro: Espera siempre a que el indicador de calor residual («H») se apague por completo.

 

Error N.º 2: Usar productos abrasivos en tu placa de inducción o vitrocerámica

Este fallo es el principal responsable de que tu placa de cocina pierda su brillo.

Mucha gente recurre al estropajo verde, nanas metálicas o limpiadores multiusos que contienen partículas microabrasivas o ácidos fuertes (como amoníaco o lejía) para frotar las manchas difíciles.

¿Por qué es caro? Los productos abrasivos y los estropajos tradicionales dejan arañazos microscópicos que se acumulan con cada limpieza. Con el tiempo, estos arañazos hacen que la placa se vea opaca, vieja y mal cuidada, reduciendo drásticamente su valor si quieres vender tu piso y, lo que es peor, facilitando que la suciedad se incruste. Para evitar rayar placa de inducción, solo debes usar paños de microfibra o una rasqueta específica, y siempre en un ángulo de 30º.

 

Error N.º 3: Frotar la placa cuando tiene restos de azúcar o sal

El azúcar, la sal y el almidón de arroz son los enemigos jurados del cristal vitrocerámico y de inducción. Si se derraman y se frotan, actúan como papel de lija.

¿Por qué es caro? Si intentas limpiar placa inducción o vitrocerámica frotando sobre restos de azúcar caliente, este se derretirá y se incrustará, dejando una marca permanente. Frotar sal o migas de pan tostado con el paño húmedo crea un efecto abrasivo instantáneo que genera rayaduras profundas.

La solución:

  1. Restos calientes (azúcar, plástico): Retíralos de inmediato con una rasqueta específica mientras la placa aún está caliente para evitar que se solidifiquen y dañen el cristal.
  2. Restos fríos (sal, granos): Nunca los frotes. Primero, retira los granos con un papel de cocina seco antes de aplicar cualquier líquido limpiador.

 

Si corriges estos 3 errores, habrás conseguido evitar rayar placa de inducción o cerámica y habrás dado el paso más importante para el mantenimiento duradero de tu cocina. Recuerda: espera a que enfríe, usa siempre productos específicos no abrasivos y retira los restos duros antes de fregar.

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