Uno de los postres típico de esta época del año son las famosas torrijas. La historia de las torrijas, o la primera mención por ser mas exactos a este postre data del S. IV/V en la que se menciona pan cortado, empapado en leche. Cierto es que no se le menciona de una manera en especial, pero imaginamos esa debió ser la tatarataratartaratarabuela de las torrijas actuales 🙂

Sigamos con la historia de este delicioso postre. Durante el S.XIV ya se mencionan las tostadas doradas, mucho mas cercanas a nuestras torrijas actuales, rebanadas pasadas por yema de huevo y fritas.

En el S.XV ya aparece la torrija documentada por Juan del Encina, «miel y huevos para hacer torrijas» usado principalmente para la recuperación de las parturientas. Es en el S.XX inicios, donde se convierte en habitual en las tabernas de Madrid servida con vasos de vino.

«Su asociación a la Cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento del pan sobrante, que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era por ello menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad»

Después de haber pasado por wikipedia para facilitaros esta información, he invertido unas cuantas horas en buscar recetas de torrijas, y mi gran sorpresa ha sido descubrir más de 20 maneras diferentes de hacerlas con más o menos ingredientes y para el gusto de todos. No tan solo las variedades existentes en España, sino en muchos otros lugares de Europa y de Latinoamérica donde también es habitual el consumo de este delicioso postre.

 

De esas muchas maneras de hacer, una de las que me ha parecido más originales, por expresarlo de alguna manera son

 

Las torrijas de Vermut

Es una receta sencilla con ingredientes sencillos.

• Pan de torrija
• Vermut rojo
• Azucar
• Huevo
• Aceite

Cortamos las rebanadas de pan de torrijas y las dejamos unas horas a temperatura ambiente para que el pan absorba luego más liquido. Hacemos una reducción del vermut con el azúcar y unas tiras de cáscara de naranja.

Una vez la mezcla haya espesado ligeramente lo dejamos que temple y posteriormente colocamos las rebanadas de pan en remojo 15 minutos dándoles la vuelta de vez en cuando.

Vamos ahora a escurrir el sobrante de liquido del pan y a pasarlo por huevo batido. Ponemos a calentar abundante aceite. Podemos posteriormente espolvorear la mezcla con el azúcar y con el sobrante del liquido una vez acabado de reducir podemos hacerle una salsa.

Claro está que cada cual con su gusto, si no es azúcar puedes espolvorearlo con canela y descubrir así nuevos sabores.

Esta receta no es apta para niños por favor tenlo en cuenta

Esperamos que os encante. Feliz Semana Santa.