Tu frigorífico es el electrodoméstico que más tiempo pasa encendido, lo que lo convierte en el mayor responsable del consumo eléctrico en casa. A menudo, el problema no es el aparato en sí, sino los malos hábitos de uso y mantenimiento que lo obligan a trabajar el doble. Si notas que tu factura de luz es demasiado alta, es hora de investigar la nevera. Descubre a continuación los errores más comunes que disparan el consumo de tu frigorífico y cómo corregirlos hoy mismo para empezar a ahorrar cientos de euros.

 

¿Cuál es la temperatura ideal y dónde debe estar tu frigorífico?

El consumo de energía de tu frigorífico está directamente relacionado con lo duro que tiene que trabajar para mantener el frío. Aquí están los errores de configuración más costosos:

• Temperatura incorrecta: Poner la nevera demasiado fría es un error muy común. La temperatura ideal para conservar alimentos y minimizar el consumo eléctrico frigorífico es de 4º para el frigorífico y -18º para el congelador. Cada grado de más o de menos puede aumentar el consumo hasta un 5%.
• Ubicación cercana al calor: Colocar la nevera junto al horno, el lavavajillas o cerca de una ventana soleada obliga al motor a esforzarse continuamente para enfriarse. Asegúrate de que tu aparato esté en un lugar fresco y bien ventilado.
• No dejar espacio trasero: El frigorífico necesita respirar. Si está pegado a la pared, el calor no se disipa correctamente, obligando al motor a trabajar más. Deja al menos 5-10 cm de separación para permitir la circulación de aire.

 

La importancia de limpiar las bobinas traseras.

Este es el error de mantenimiento más costoso y, a menudo, el más olvidado.

• Bobinas cubiertas de polvo: En la parte trasera o inferior del frigorífico se encuentran las bobinas del condensador. Su función es liberar el calor extraído del interior. Si estas bobinas están cubiertas de polvo y suciedad, el calor queda atrapado, reduciendo drásticamente la eficiencia. Limpiarlas una o dos veces al año con un cepillo o aspiradora puede significar un ahorro de energía en la nevera significativo.
• Juntas de goma deterioradas: Las gomas de las puertas deben sellar perfectamente. Si están desgastadas o sucias, el aire frío se escapa constantemente. 

 

Los malos hábitos que disparan el consumo diario.

Nuestros hábitos diarios son cruciales para el uso eficiente frigorífico.

• El «vampiro» de la puerta: Dejar la puerta abierta mientras decides qué sacar es el error más rápido para disparar el consumo. Intenta ser rápido, ya que el aire frío se escapa inmediatamente.
• Comida caliente adentro: Nunca guardes alimentos o recipientes calientes. El frigorífico tiene que trabajar muchísimo para bajar esa temperatura, lo que supone un enorme gasto de energía. Deja enfriar la comida a temperatura ambiente primero.
• Sobrecarga y vacío: Una nevera excesivamente llena bloquea la circulación del aire. Por otro lado, una nevera casi vacía no tiene «masa fría» que ayude a mantener la temperatura. La clave es el equilibrio.
• Desconocimiento del No-Frost: Si tu nevera no es No-Frost, debes descongelar la escarcha regularmente. Una capa de hielo de tan solo 3 milímetros actúa como aislante, forzando al motor a un consumo excesivo.
• Alimentos destapados: Guardar líquidos o alimentos sin tapar libera humedad dentro del frigorífico. El motor debe trabajar extra para condensar y eliminar esa humedad. ¡Tapa siempre la comida!

Evitar los errores de uso y asegurar el mantenimiento son las acciones más poderosas para dominar el consumo eléctrico de tu frigorífico actual. Y si has descubierto que tu nevera ya está obsoleta y necesita un cambio eficiente, ¡Visita nuestra sección de frigoríficos para encontrar modelos de bajo consumo que te ayudarán a ahorrar aún más!